Una familia joven y dinámica habita la casa en el delta sobre pilotes de plástico reciclado, la casa se eleva más de 1 metro del suelo para resguardarse de las crecidas del Río Luján. El exterior combina madera pintada de gris grafito con el eucalipto natural y el verde tupido de la naturaleza del sitio. El interior, siempre dispuesto a la galería que rodea la casa y la vegetación, combina elementos de madera con terminaciones en color blanco y microcemento en tonos claros. Una casa cálida y acogedora, en sintonía con su entorno.