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1. ¿Qué necesito para construir mi casa?

Primero lo primero: está bien, quiero construir una casa. Pero antes hay que pensar en muchos factores. ¿Cuándo me gustaría mudarme? Y, en base a eso, pensar en cuál es el sistema constructivo que te conviene elegir. 

Por otro lado, hay cuestiones más técnicas: es fundamental tener en claro los servicios básicos que necesitan estar garantizados en donde sea que quieras mudarte: por dónde va  a pasar la energía eléctrica, la provisión del agua, la incorporación (o no) del gas, cómo está el terreno. Y, no menos importante, hay que estar atento a todas las habilitaciones necesarias para construir una vivienda. De hecho, durante el proceso, tenés que contar con un permiso de obra de la Municipalidad hecho por un profesional matriculado.

2. ¿Qué presupuesto necesito para construir mi casa?

A la hora de proyectar una casa hay que tener en cuenta el presupuesto con el que se dispone porque eso va a  permitir ajustar el nivel de terminaciones o, inclusive, pensar la obra en etapas y de manera organizada. Para llevar esta cuenta, se puede buscar financiamiento por fuera y es de suma importancia guardar una reserva en caso de imprevistos o cambios de último minuto. 

3. ¿Cómo quiero que sea el diseño de mi casa?

Teniendo tantas opciones, estilos e inspiraciones, es difícil pensar en un diseño definitivo de una. Para ver más estilos de casa, te recomendamos que uses Instagram, Pinterest o también te invitamos a que visites nuestros proyectos diseñados para que te inspires. 

En toda esta etapa, es importante que un arquitecto diseñe tu casa. Esclave que tenga en cuenta todo lo que querés y que tenga en cuenta siempre tu presupuesto.

También podés elegir opciones de casas prediseñadas….

4. ¿Cómo construyo una casa?

Tenemos la idea, tenemos el presupuesto, tenemos un diseño. Solo queda hacerlo. Pero elegir el sistema constructivo que vas a usar es tan importante como todo lo anterior. 

Por un lado, tenés la construcción tradicional de ladrillo. Si bien son materiales duraderos los que se utilizan, suele llevar más tiempo de construcción y es menos flexible a la hora de ampliar o modificar. 

También existe el modelo prefabricado, es un proceso bastante rápido al tener todos sus componentes hechos y el tiempo de construcción sería solo el tiempo de ensamblado.

Pero lo mejor de dos mundos es la construcción en seco. Combina el sistema prefabricado, pero con la flexibilidad de poder modificar, ampliar o tomar más libertades de diseño, para que tu casa sea hecha a tu medida y gusto. 

Además, es el sistema que tiene menor huella de carbono en todo el mercado, se compone de estructuras duraderas, tiene un aislamiento natural y, en comparación al resto, es una de las opciones más económicas.